Los curanderos tradicionales siguen siendo, incluso en los tiempos modernos, miembros muy respetados y frecuentemente consultados de las comunidades sudafricanas. En lugar de referirse a las prácticas de salud y de curación occidentales y corrientes, practican la medicina tradicional africana.
Advertencia: Este ensayo fotográfico contiene fotos de sacrificios de animales que pueden ser perturbadoras para algunos espectadores.
A pesar de la ciencia moderna y las tecnologías innovadoras en el sector sanitario y farmacéutico, la curación tradicional sigue siendo el enfoque más fiable en Sudáfrica. Incluso hoy en día, hay aproximadamente unos 200.000 curanderos tradicionales indígenas en Sudáfrica, en comparación con 25.000 médicos formados en Occidente. Los curanderos tradicionales siguen siendo consultados por el 60% de la población sudafricana y gozan de gran confianza y respeto en las comunidades.
Los curanderos tradicionales no sólo cumplen un papel curativo en la comunidad, sino también un papel social y político debido a su conocimiento curativo, medicinal y herbal, pero sobre todo debido a su conexión divina con los antepasados.
En Sudáfrica hay muchos curanderos tradicionales diferentes, desde curanderos de hierbas hasta curanderos que se centran en la adivinación. Los curanderos tradicionales que tienen una conexión con los ancestros de la comunidad o tribu se llaman sangomas.
Para la armonía entre los vivos y los muertos, que es el ingrediente clave para una vida sin problemas, los sangomas creen que los antepasados deben ser respetados a través de rituales y sacrificios de animales. Realizan rituales de invocación y sacrifican animales para recibir buena fortuna a cambio.
Entran en trance para recibir mensajes sobre el futuro, así como la guía y el consejo de los antepasados. Los sangomas son vistos en las comunidades sudafricanas como el vínculo con los ancestros y los espíritus antiguos, que pueden tener una gran influencia en el bienestar.
Tuve la suerte de seguir a Lucy Mbatha durante su iniciación para convertirse en sangoma y poder practicar la curación tradicional en su comunidad. Lucy afirma que ha recibido una visión de sus antepasados, pidiéndole que asuma la responsabilidad de convertirse en sangoma. Antes de esta visión, nunca había pensado en ser un sangoma. Ella ve esta visión como su vocación divina; algo que no se puede rechazar.
Durante la iniciación, se sacrifican animales para devolver a los antepasados y para beber la sangre de las ovejas mientras aún está caliente y viva por poderes sobrenaturales. La meditación y la danza de trance (bailar en trance) también juegan un papel importante para honrar y respetar a los ancestros.
Sobre el fotógrafo y el autor: Frank Trimbos es un fotógrafo de documentales y retratos con sede en Johannesburgo, Sudáfrica. Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente las del autor. Después de completar la escuela de Fotografía en Ámsterdam especializada en Fotografía Documental, Frank comenzó a explorar las líneas de la narración, el documental y la fotografía de retratos para involucrarse en temas de importancia cultural, social e histórica. En 2010, Frank se trasladó de los Países Bajos a Sudáfrica, donde comenzó a experimentar la vida cotidiana sudafricana, captando los problemas sociales y explorando las comunidades marginadas. Puedes encontrar más del trabajo de Trimbos en su sitio web, Facebook, Twitter…e Instagram.